HISTORIA DE LA INICIATIVA POR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Entre 1996 y 2005, la desnutrición crónica afectaba a 1 de cada 4 niños y niñas en el país (626,386 menores de 5 años). Esta situación se mantenía inalterable a pesar del crecimiento de la economía y de la existencia de múltiples programas sociales alimentarios. En ese contexto, instituciones de apoyo al desarrollo, tales como ADRA Perú, CARE Perú, CARITAS del Perú, PRISMA, decidieron conformar la Iniciativa contra la Desnutrición Infantil, hacia fines de 2005, con la finalidad de promover políticas públicas y acciones concretas orientadas a reducir la desnutrición crónica.
La desnutrición crónica no es sólo un problema de salud, es un indicador de desarrollo, en tanto está fuertemente ligado a la pobreza, limita el potencial intelectual del país y atenta contra el derecho fundamental a la salud y a la vida. Las experiencias exitosas impulsadas por algunas instituciones llevan a la convicción de que es posible reducir este flagelo, y a iniciar coordinaciones para desarrollar actividades conjuntas en ese sentido.
De otro lado, las elecciones generales del 2006, realizadas en abril, así como las regionales y municipales realizadas en noviembre, planteaban una coyuntura de renovación total de las autoridades en el país, lo que motivó a buscar formas de aprovecharla para incidir en políticas públicas, colocando el tema de la desnutrición infantil en la agenda.
Ya en julio de 2004 se había aprobado en el Perú la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria – ENSA, uno de cuyos objetivos era reducir la desnutrición crónica, pero su implementación no estaba siendo impulsada con suficiente energía desde el gobierno nacional. Algunos gobiernos regionales (a esa fecha, los de Cajamarca, Ancash y Huancavelica), empero, la habían asumido y estaban elaborando Estrategias Regionales de Seguridad Alimentaria – ERSA.